Paso 1.
Presente personajes con los que cualquiera o nadie en absoluto pudiera identificarse. Contextualice y relate una historia con la que cualquiera o nadie en absoluto pudiera identificarse. No plantee conflicto alguno que requiera reflexión por parte del lector, tampoco atine a dejar un final abierto. O déjelo, pero sin tantas alternativas.
Paso 2.
Una vez que ya mezcló los ingredientes del punto anterior, agregue una pizca -o varias porciones- de descripciones lúgubres y sentimientos confusos. Bajo ningún punto de vista intente reseñar una sensación desde los hechos, utilice demasiados adjetivos o ninguno. Remarque el nombre de los personajes hasta el hartazgo, más aún cuando la oración no lo requiera, o no lo haga nunca jamás. Use poco diálogo o demasiado.
Paso 3.
Procure estirar y estirar la trama, desarrollarla desde cualquier punto de vista, aunque el relato ya no esconda otro mensaje que el mensaje mismo o ninguno. No revise la ortografía. Utilice muchos signos de exclamación e interrogación o ninguno.
Paso 4.
Una vez terminada la obra asegúrese de revisar tres veces con exquisito y exigente detenimiento si ésta cumple con los requisitos planteados en los puntos anteriores, excepto si usted es la reencarnación de Julio Cortázar o Jorge Luis Borges. En tal caso, ignore este punto o sea más flexible al respecto.
Paso 5.
Siéntese a comer helado, piense durante unos instantes qué carajo ha logrado cuando le prestó mucha atención a lo que otros le dijeron que tenía que hacer, mande a la mierda esta guía y escriba como se le cante el orto.
"Bajo ningún punto de vista intente reseñar una sensación desde los hechos, utilice demasiados adjetivos o ninguno."
ResponderBorrarHOOOOOOLA. Jajajajajaja.
Aplaudo el punto 5 de pie.
Somos lo re mil más.
Borrares como una especie de "jam de escritura" !! pero mejor!! con helado!! jajaj me gustaron los pasos.
ResponderBorrar